No puedo salir "estoy a dieta"
Es muy común responder cuando nos invitan a comer afuera… “No puedo ir, estoy a dieta”. Aunque estemos haciendo un régimen de adelgazamiento no es verdad que no podamos disfrutar de una velada de restaurante con nuestra pareja o con amigos, o por trabajo. Siempre hay posibilidad de comer sano aunque lo hagamos fuera de casa.ver galería de fotos |
Generalmente cuando vamos a un restaurante uno de los principales inconvenientes que tenemos desde que entramos es nuestra mentalidad de… ¡OH, no!… estoy a dieta… que nos martiriza… nos condena y que hace que automáticamente no podamos elegir de la manera correcta o hasta que abandonemos nuestra dieta. El otro inconveniente muy importante es que no sabemos qué pedir, ya que en un restaurante generalmente los alimentos tienen gran cantidad de manteca, crema, azúcar, sal, etc. es por esto, que presentamos algunos consejos para que puedas seguir tu dieta cuando comas fuera de casa. Algunos consejos para comer fuera y comer bien Empezar planificando nuestro día si ya sabemos con antelación que en la noche o en el almuerzo saldremos a comer. Es recomendable realizar un desayuno y almuerzo o cena ligeros, o comer menos de lo normal, por ejemplo en vez de consumir una porción consumir sólo media porción en cada uno de esos horarios. Otra de las cosas es que debemos ser conscientes y tener la voluntad para evitar pedir comidas que lleven mucha grasa, que contengan cremas o cargadas de azúcar. Generalmente, todos los restaurantes tienen en su carta ensaladas, sopas que son una opción para plato de entrada o principal. Procura comer algo antes de ir al lugar, generalmente se recomienda un plato de sopa crema de zapallo y zanahoria o un pote de yogur descremado con una porción de cereal, así disminuís un poco el apetito y no llegás hambriento al restaurante. En caso de que esto no sea posible, cuando llegues al lugar, pedí de entrada un plato de sopa de verduras o ensalada, esto te ayudará a calmar las ganas de comer. Si comés en un bufet, antes que nada, observá todos los alimentos que hay antes de elegir lo que vas a consumir, se recomienda que primero te sirvas un plato de ensalada para calmar el apetito y posteriormente servirte un poco de cada plato que te guste. No caigas en la tentación de ir comiendo el pan y mucho menos las cremas o manteca que suelen colocar en la mesa para mientras esperás a que traigan el plato. Si no podés evitar la ansiedad pedí unas tapitas de pepinillos, anchoas o mejillones que contienen apenas grasa. Para beber elegí alguna bebida sin azúcar o una copa de vino. La mejor bebida para acompañar la comida indiscutiblemente es el agua, que podemos tomar con o sin gas, pero tampoco es ninguna tragedia tomar una copa de vino, mejor tinto en este caso. Cuando pedís una ensalada, tené en cuenta los aliños, los recomendados son la salsa vinagreta o salsas hechas a base de yogur, nunca las salsas a base de queso o crema de leche. Cuando pedís carnes, éstas generalmente van acompañadas de una guarnición, en este caso podes pedir al mozo que te cambie la guarnición por una ensalada, unos champiñones o algunos tomates, nunca papas. Y, entre las carnes preferir las carnes blancas antes que las rojas, por el contenido de grasa o una carne roja con el mínimo de grasa. De postre podemos pedir fruta natural, una macedonia, yogur o sorbetes de cualquier sabor. Si no podemos resistir la tentación de probar algún postre lo mejor es compartirlo y si aún así no podemos resistirnos a comerlo entero, los más recomendados por tener menos calorías son los hechos a base de queso. Finalmente, si vamos a un restaurante lo que debemos hacer es disfrutar de la comida y de la compañía, no sufrir, debemos pasar un momento de placer. Si realmente tenés muchas ganas de comer algún plato que sabés que es altamente calórico, pedílo y compensalo después siguiendo tu plan con rigidez. O, como se recomienda comúnmente, en el caso de las salidas que realizamos generalmente los fines de semana, si lograste hacer tu plan con exactitud durante toda la semana, premiate el fin de semana comiendo lo que te gusta en el almuerzo o en la cena. Así como a los niños que durante la semana cumplieron con todos sus deberes el fin de semana le das su premio. Esto estimula muchísimo y hace que para los siguientes días queramos hacerlo siempre bien para recibir nuestro premio después. Por: Diana González Sullow Licenciada en Nutrición Técnica en Gastronomía y Alta Cocina Profesora Cocina Dietética-IGA |
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